jueves, 21 de mayo de 2009

La guerra del ethernauta

La muerte de la verdad está relacionado con la muerte de la familia. Los lazos se desmigajan pasado el tiempo de caducidad, las relaciones se desgastan como huesos ancianos y el resto lo da el mal juicio y la circunstancia real de necedad general globalizada.

¿Es entretenido hablar mal de algo? Si, sobre todo por aquí.
¿Es protestar un deporte? Si, olímpico en el 2020.
¿Hay alguna verdad en estas letras? Si, pero.

Si tenemos 100 ancianos violentos, 40 soldados viciosos, 20 patos moribundos y 40 osos polares salvajes, ¿que ritual de aparaemiento sería aconsejable en esta nueva sociedad de sociedades supuestas franqueables las barreras genéticas?

a) Solución obvia: Este problema no tiene solución y si la tiene, no existe.
b) Solución racial: Los negros por un lado, los violetas por otro. Los demás todos muertos.
c) Solución achaparrada: Golpe inelástico y quimeras mutantes de hasta 20 miembros.
d) Solución beta: Población vegana y esqueje con arboles formando bárboles juguetones.
e) Solución ajena: Acumular caspa y fundirse con ella creando un virus macromolecular e invencible.
f) Solución salomónica: Viene policía, se vuelvan todo lo ilegal en la boca. Pueblo robotoyonki. Sólo Cashern sobrevive.
g) Solución Yomkipur: Se crea un pueblo elégido. Dividen charcos en dos mitades cuando pasan rapido por encima de ellos en patinete.
h) Solución vehiculo espacial: La tierra se desangra. Parece marte desde aquí arriba. 4 semanas después: lo mismo.
i) Solución ultraviolenta: La lírica acompaña las bacanales violentas. Todos sobrevivien con cicatrices viriles.
j) Solución camino recto: El castellet se derrumba y ahí todo el mundo hablá chino.
k) Solución vena: La vida es así. Los glóbulos blancos se asocial y dominan la sociedad del mañana
l) Solución sarpullido: Se forma una cadena por contacto cutáneo. El código forma una doble hélica visible desde la muralla china.
m) Solución Operación Desierto Arenoso (ODS): Los buenos ganan la guerra y se llevan a las chicas. Después no saben que hacer con ellas y las devuelven pero no se las descambian por las balas.
n) Solución arquetipo decimonónico: Todos los secretos se desvelan en un baile. Rostros carminados. Piñas por pelucas.

lunes, 18 de mayo de 2009

Lobotomia testicular o como la polla dejo de pensar

Caminando encontrose el falo
piedra dolida por fea caida.
Estando de simiente vacia
y ya no tieso el palo,
sufrió grave lobotomía
y el falo-juicio nublado.

Oh, que será de mi, preguntó el líbido apenado.
No tendré destino al que acudir.
La brújula inmovilizada ha quedado.

Y no sólo no sabre a donde ir.
La cama vacía se reirá de mi costado.

No temas contestó un priscilo elefantado.
La flor a la que pertenezco acepta también degenerados.
Y eres tú, falo descabezado,
la razón de ser de la horca,
o de estos cuchillos en mis manos.

Silencio en la tierra yerma
y luto por un pasado falo.
Queda mentir a la viuda
para que olvide a su amado.

La virtud mutante

Si se descubriera algo parecido a la fuente vital del hombre tendríamos que evaluar las distintas imágenes que a lo largo del tiempo se han asociado a ella.

Su manifestación física sería entonces, por ejemplo, una pequeña masa (por lo frágil) de un especie de plasma/gas denso/n-estado de agregación (por lo poco manipulable) y de gran concentración energética manifestada por la luz estilo aurora boreal en su interior (dando una imagen de inestabilidad pero también de fuerza vital que modifica su entorno). Materia de estas características permitiría tener una unidad de vida retenida entre las manos de alguien y esto nos daría una idea acertada de lo fácil que es para prácticamente cualquiera dominar la realidad de cualquier otra persona.

Si bien las consideraciones previas más interesantes serían las de la manifestación no física. La esencia de la vida como acto o como abstracción. Un parto, un velatorio, una ceremonia (religiosa o no) donde se celebra la vida de otra persona. Mucha gente identifica la esencia con estas muestras. También los cambios de identidad, la locura, el odio y el amor. El griterío gutural de la humanidad y su civilización de culturas.

La percepción de los distintos elementos y el peso final que tienen en nuestra esencia vital provoca que se nos muestren como un caleidoscopio mareante. Es interesante ver como la idea de Dios se usa también como metáfora exógena de esto mismo.

La solución se encuentra en mirar a un espejo que refleje algo más que nuestra imagen. Un ingenio físico que refleje algo más que nuestra realidad física (si la hay). Algo que conteste a una pregunta que quizás no tenga respuesta. No todas las preguntas tienen respuesta.